Soy de un tiempo sin pausa que regresa
de alguna latitud, de algún navío;
son, futuro y pasado, mi albedrío,
y una historia que me llega y que me besa.
Soy luz en las tinieblas, noche espesa;
desandando sendero, algún estío.
El cielo, el sol, el viento... todo es mío
porque la inmensidad es la promesa.
Soy agua, hielo y fuego sin medida,
sendero, surco abierto, tierra arada,
importancia, nostalgia... soy herida,
paciencia, temple puro en la jornada:
tengo urgencia de tiempo en esta vida:
¡para la inmensidad no falta nada!
Marta Dino