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miércoles, 27 de junio de 2018

Soneto a la poesía, de Gerardo Molina


Imagen de Víctor Casaravilla Escalada enviada por el autor
Fue nuestro afán de niño conquistarla
y escapa en el intento nuestra vida.
La Vida fluye de la azul herida
y no vivimos sino para amarla.


Sentirla y escribirla y adorarla:
irreal, hechizada, presentida,
llegar al lecho donde está dormida
y con un beso leve despertarla.


Imposible, gentil, esquiva, cierta,
en nuestro ser a cada instante abierta
como una blanca flor sobre la herida.


Así, en sueños, soñamos y vivimos
y cuando al fin sintamos que partimos
con ella volveremos a la vida.


Gerardo Molina

Gracias Gerardo Molina por colaborar con esta página. Un abrazo.



viernes, 22 de junio de 2018

Rutina, de Rosa Fasolís




El invierno deporta pájaros.
(Conoce la rutina: sólo eso)
Alguien dibuja un pájaro; alguien
guarda la memoria del dibujo
en una hoja secreta.
Los que caminan con apuro piensan:
ya vendrán.
(Conocen la rutina: sólo eso).
Sin embargo
alguien, en algún lugar,
dice la oración por el regreso,
prefigura el anatema.

Alguien
a pesar de todo
quiebra la rutina y se detiene
a leer un pájaro
a mirar el vuelo de un poema.

Rosa Fasolís
Del libro "Sacramento y ceniza"

martes, 19 de junio de 2018

Postreras tibiezas, de Eva Falótico Gandolfi





Se aleja Abril tras la cortina roja
de la hojarasca que conmueve el viento...
Semeja un vaporoso monumento
a la fronda vencida... a cada hoja.

Se aleja Abril. Acaso la congoja
-mano fría que amustia el sentimiento-.
torna fosco el cristal del firmamento
vierte la lluvia que a la tarde moja.

Y medroso, cual tímido venado,
esconde Febo su fanal sagrado
tras el brumoso tul de la tormenta.

Mientras la noche bruna se acrecienta 
y anuncia el bronco trueno el vis del rayo:
se gesta el frío amanecer de Mayo.

Eva Falótico Gandolfi

sábado, 16 de junio de 2018

Otra primavera, de Juan R. Jiménez




Hiere el agua un remo y saca luz... Todo el agua, en torno, chispea, como una pedrería, tierra aún, rodeada de finos sauces derramadores de una reciente gracia verdeamarilla.

El aire, sobre el agua  y entre los chopos, leve encierro, ¡da un anhelo de nadarlo también, de pasarse del agua a él, de volarlo!

¡Nadar, volar, solo! Cruzan mariposas verdeblancas, que parecen nacidas ahora mismo de las espinas tiernas, de la espuma, del alma. La barca va, suaves, sola, como un sueño, abajo. Arriba, solas, lentas, van las nubes, como un  sueño...

Juan R. Jiménez