La soledad es un espejo
que te mira con tus ojos;
tomó tu rostro
su cuerpo de fantasma.
Por todas partes tú,
siempre tú, sin espalda,
en los mil espejos
de su carcajada.
Inútil gritar
en su trampa de silencio,
prisión invisible
de cosas reflejadas.
Toma tu voz
su voz metálica,
los pensamientos, las palabras,
y se aleja con tu cuerpo
dejando en el espejo tu fantasma.
Alejandro Roemmers