Ese hombre con rostro de mentira
quedó congelado en un amor
de luto.
Partió
con las sombras de la traición
y el egoísmo
al país de las lluvias.
Las estaciones grises
han de cubrir
su alma mezquina.
Al llorar lágrimas de hielo,
el regreso
ya no será posible.
Susana Cattaneo