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martes, 23 de abril de 2019
Ritual, de Gerardo Molina
Aún soñoliento, el pueblo
al sol de la mañana,
reparte como un pan hacia los cuatro rumbos
el necesario ritual de la jornada.
La luz encienden de su polvareda
rutas y calles y caminos de chacras.
El ruido de motores, silbos, diálogos,
dispersos ya, se alejan y se acallan.
Y todos van llegando a su destino:
al surco y a la escuela, al taller y la fábrica.
El sol asciende como una fruta rubia
en el aire redondo de distancias.
Alborotos, silencios, vuelven a juntarse
cuando la tarde casi noche llega.
Feliz, gozoso, con humildes galas
el pueblo los espera.
Y el mate amargo
-recién henchida su olorosa yerba-
en cada mano fulge, fraternal,
con luz de estrellas.
El ritual, inaugurado al alba,
prolonga sus afectos en la rueda.
Gerardo Molina gerardomolinacastrillo@gmail.com
