II
Plenitud de hoy
es la ramita en flor de mañana.
Mi alma ha de volver a hacer
el mundo como mi alma.
IV
Tira la piedra hoy,
olvida y duerme. Si es luz,
mañana la encontrarás,
ante la aurora, hecha sol.
XVII
El dormir es como un puente
que va del hoy al mañana.
Por debajo, como un sueño,
pasa el agua, pasa el alma.
XXVI
No duermes. No. No duermo.
Nos estamos hablando en las estrellas.
Somos, aquí, dos rosas reflejadas
en la paz de la tierra.
XLII
Cobré la rienda,
di la vuelta al caballo
del alba;
me entré, blanco, en la vida.
¡Oh, cómo me miraban,
locas,
las flores de sueño,
levantando los brazos a la luna!
XLIV
Mis pies ¡qué hondos en la tierra!
Mis alas ¡qué altas en el cielo!
-¡Y qué dolor
de corazón distendido!
XLVIII
¡Forjadores
de espadas,
aquí está
la palabra!.
Juan R. Jiménez