Entradas populares
-
En la biografía de Borges, hay algo que llama la atención, es su extremado amor por los gatos. Borges sentía debilidad por Odín y p...
-
El sol con sus rayos rojos ya no brilla, ya no arde; que está dormida la tarde y está dormida en tus ojos. Al morir, c...
-
FELIZ NAVIDAD! ¡FELIZ AÑO 2023! Profesión de Fe Sé sencillo y gentil. Busca en la vida el lado simple y bueno de las cosas. Ve todo con am...
-
El saldo de tu vida es casi un cuento, una obra distinta de las otras, un gesto que se asume por costumbre, un inútil intent...
-
Ha oscurecido muy pronto. Me perjudica extrañarte. El tiempo rápido pasa y ya es lejana la tarde. Se me ocurren mil razones que pudieron r...
-
Tu voz me llama, desde los trigales, ¡oh tierra mía que ha curtido el tiempo!, es el sonido duro de la gleba cuando ya siente el roce de los...
-
La Ventana La ventana está allí ¡cuántos recuerdos guarda! desde el inocente rubor del primer beso hasta el temblor de la primera lágrima....
-
Como visión de trágico delirio, la mano negra de la mala suerte estampa al muro; y en su marcha inerte, se delinea el tenebroso li...
-
Obra cómica del dramaturgo francés Edmond Rostand (1868-1918), inspirada en la vida de un soldado y escritor del siglo XVII. Cyr...
martes, 28 de diciembre de 2021
jueves, 21 de octubre de 2021
La muerte..., por Santiago Kovadloff
jueves, 26 de agosto de 2021
Caricias, de Xanela
![]() |
foto gentileza de su blog |
Cuando la noche
ha sido un
un relajado sueño
Cuando el sol matutino
estalla
sobre las blancas casitas
de la ribera.
Cuando la placidez
de la ría
es azul espejo
en que mirarse.
Cuando existe
este primordial
momento.
Siento
que mi silencio
está lleno de caricias.
Xanela (Marisa)
Homenaje a mi querida amiga que ya no está entre nosotros.
jueves, 22 de julio de 2021
Vuelo de golondrina, de Ana Diamante
miércoles, 7 de julio de 2021
Nocturno III: Una noche, de José A. Silva
Una noche
una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de älas,
una noche
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas,
a mi lado, lentamente, contra mi ceñida, toda,
muda y pálida
como si un presentimiento de amarguras infinitas,
hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara,
por la senda que atraviesa la llanura florecida
caminabas,
y la luna llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
y tu sombra
fina y lánguida,
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban
y eran una
y eran una
¡y eran una sola sombra larga!
¡Y eran una sola sombra larga!
¡Y eran una sola sombra larga!
Esta noche
solo, el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
por el infinito negro,
donde nuestra voz no alcanza,
solo y mudo
por la senda caminaba,
y se oían los ladridos de los perros a la luna,
a la luna pálida
y el chillido
de las ranas,
sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
¡entre las blancuras níveas
de las mortüorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
era el frío de la nada…
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada,
iba sola,
iba sola
¡iba sola por la estepa solitaria!
Y tu sombra esbelta y ágil
fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella… ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se juntan y se buscan en las noches de negruras y de lágrimas!…
José Asunción Silva
sábado, 3 de julio de 2021
Yo soy..., de Rafael Sánchez Ortega
domingo, 11 de abril de 2021
Despedida, de Alejandra Pizarnik
Sube su canto un pájaro enamorado.
Tantas criaturas ávidas en mi silencio
y esta pequeña lluvia que me acompaña.