“Morir bien es morir a tiempo.
No hay peor infierno que el de asistir a las exequias del propio deseo.
Al funeral de nuestras pasiones.
No hay castigo mayor que el de verse integrando su cortejo fúnebre.
La muerte no es, por eso y para mí, lo que sigue a la vida. Sino lo que a diario nos acecha. Lo que nos esteriliza. Lo que encallece la piel. La ausencia de propósito, la apatía, el desapego a los seres cuyo trato nos constituye en personas.
La muerte es vida seca, marchita.
Ésa es la muerte que mata y no la que viene después.
Por eso, imploremos:
que la muerte nos sorprenda sedientos todavía,
ejerciendo la alegría de crear.
Que nos apague….cuando aún estamos encendidos.”
Santiago Kovaloff
( Bonaerense, filósofo, poeta, escritor argentino)