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jueves, 23 de abril de 2020
Frases y cuartetas, de Gerardo Molina
La esperanza es un rayo de sol en la borrasca.
El tiempo es una estrella tras de la cual giramos.
La poesía es el verbo enamorado.
Las frondas daban su memorial de oro a la sed de los vientos.
El sol asciende como una fruta rubia en el aire redondo de distancias.
Sobre esta quieta luz del mediodía,
junto a las olas de imposible llanto,
recuerdo que te amé, que te amo tanto
y pienso que tal vez aún eres mía.
En tanto surgen dulces, aladas confidencias
una llama sin tiempo nos abrasa a los dos.
En el templo agorero de la tarde
rezaré mi oración desde tu nombre.
Aún descubro las rosas de un “¡te quiero!”
en l’azul mansedumbre de tu nombre.
De adolescencia
(Escritas entre los 17 y 19 años)
Dios se encuentra en todas partes. Por ejemplo: en la luz de los astros, en el reír de la aurora, en la pureza de las vírgenes, en la inocencia de los niños. Pero sobre todo en los ojos de la mujer que amamos.
Aquel muchacho amó una vez. Pero más que a un cuerpo, amó a un alma. Más que a una mujer, amó a un ideal. Su sueño se compuso de la conjunción de la flor, del ave y de la estrella. Tenía la vida efímera de la flor; del ave, las sedosas alas y el hechizo inalcanzable de la estrella.
En algunos casos, amar es vivir dos veces; en algunos otros, es igual que morir. Pero esta muerte implica siempre una resurrección.
Quien ama la poesía, ama a Dios.
En el sentimiento del alma reside el genio del artista.
Si alguna vez pensáis en lo inconstante, en lo mudable que sois al hallar que, lo que antes decíais querer o anhelar con tanta sinceridad, hoy ya no os interesa, no os avergoncéis ni os apenéis por ello. Pero, tampoco juzguéis por lo mismo a los demás. Buscadle a cada momento su sinceridad.
No odiéis nunca o seréis esclavos de vuestro odio. Amad siempre y el amor os hará dioses.
Gerardo Molina