Gerald Harvey Jones |
De aquel día tan triste,
amor,
recuerdotuimpaciencia.
Tus argumentos
para consolarme,
en aquel bar del puerto
con ventanas al mar.
Recuerdo que era abril.
Que era un día sin sol.
Sin música.
Un día sin poemas,
sin flores y sin tacto,
con el árbol,
el puente y la bruma,
de una tarde
queparecíainvierno.
Recuerdo que llovía.
Que era un día de abril
y que llovía.
Que la calle tenía
olor a tierra eterna.
Recuerdo que era abril
y yo no deseaba
ni siquiera
que estuvieras conmigo.
Que hubiera
amapolas impacientes
creciéndole al camino.
Ni siquiera,
deseaba quefueraprimavera.
M.Socorro Luis
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