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domingo, 28 de julio de 2019
Era otoño en París, de Gerardo Molina
Era Otoño en París y nos amábamos
Con un amor maduro hecho de sueños jóvenes
(en otro lar del mundo tuvimos veinte años
Y te amamos, París, sin conocerte).
Era Otoño en París y nos amábamos:
Ventana abierta al cielo y las estrellas
Y por los bulevares
Un trashumante breviario amarillento
(ayer de hojas airosas, pétalos ruborosos
Y asombradas corolas).
Pentagrama que al viento dibujó su armonía
Fue nuestro amor maduro hecho de sueños jóvenes,
Era Otoño en París y nos amábamos.
La dicha nos tocaba sin saber, sin pensarlo
Y una lluvia sutil sobre nuestras cabezas
Desleía su canto que atravesó los siglos
Para decirle al mundo que el amor es eterno;
Versátil y mudable, igual y diferente,
Pero siempre el Amor
Eterno y solo.
Despertamos los sueños en tus calles dormidas,
Tus azules fantasmas, tu misterio más hondo.
Y ensoñando mis versos junto al Sena,
París, la mariposa de tu nombre
Bordé en mi corazón.
Gerardo Molina