Podemos deshilachar el sol
y tejer entre luces discretas
nuestro ropaje diferente
que viciado de esperanza
abriga el corazón.
Podemos desgranar mil palabras
con abrazos y desencuentros
y coronar de azul
nuestra frontera sumergida
en la fuerza del silencio.
Podemos compartir las horas
largas o fugaces
que huelen a mil juegos,
y dejar suspirar a nuestras vidas
con intensidad sin tiempo.
Podemos disolver las sombras
entre amores y tormentas
con un solo gesto
y también eternizar esta amistad
en un solo verso.
Liliana Díaz