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viernes, 29 de diciembre de 2017

Espejo interior, de Mary Acosta


Walter Crane




El espejo refleja la sombra
de mi ser convertido en luz.
En el desnudo interior,
escucho la voz minúscula de mi alma,
y me animo a mirarme tal cual soy,
sin máscaras ni personajes, soy la única
protagonista.
Descansa mi maquillaje diario
y encuentro las respuestas a todos
mis cuestionamientos,
sin miedos ni complejos.
Tras él se impregnan huellas de mi vida
sin tiempos ni presencias.
Él marca mi conciencia y dibuja mis locuras,
despojando la coraza que por momentos
disfraza mi realidad.

Mary Acosta


jueves, 28 de diciembre de 2017

Disciplina sosegada, de Luis García Montero



La casa como barco
en alta mar de junio.
Las calles como trenes
de noche sosegada.

Estas cosas no pasan en el mundo.

Estoy por afirmar
que ahora vivo en un libro de poemas.

Pero si tú me miras
decidida a existir
desde el fondo templado de tus ojos,
también existe el mundo.

Y muy probablemente
yo acabaré por existir contigo.

Luis García Montero

***

Autor que nació en Granada
en 1958.
Es doctor en Filología Hispánica 
y Profesor de la Universidad de Granada.

*****

lunes, 25 de diciembre de 2017

La soledad es un espejo, de Alejandro Roemmers




















La soledad es un espejo
que te mira con tus ojos;
tomó tu rostro
su cuerpo de fantasma.
Por todas partes tú,
siempre tú, sin espalda,
en los mil espejos
de su carcajada.
Inútil gritar
en su trampa de silencio,
prisión invisible
de cosas reflejadas.
Toma tu voz
su voz metálica,
los pensamientos, las palabras,
y se aleja con tu cuerpo
dejando en el espejo tu fantasma.

Alejandro Roemmers


viernes, 22 de diciembre de 2017

Ese hombre, de Susana Cattaneo





Ese hombre con rostro de mentira
quedó congelado en un amor
de luto.
Partió
con las sombras de la traición
y el egoísmo
al país de las lluvias.
Las estaciones grises
han de cubrir
su alma mezquina.
Al llorar lágrimas de hielo,
el regreso
ya no será posible.


Susana Cattaneo




Nuestras manos, de Carmen Sommariva
















Son tus manos que a mi espalda ponen alas
para que pueda volar cada mañana,
y en tu abrazo por las noches las repliego
cuando a tu lado, feliz, por fin me duermo.

Son mis manos que a las flores prenden llamas
para que puedan arder cada mañana
y en un sendero de noches y de días
van nuestras manos unidas por la vida.

Tú eres el sol, la luna y las estrellas...
Predecible, metódico, que arenga.
La fuerza de mi viento cuando arrecia,
cual gaviota de mar que se dispersa.

Tú eres amor, yo fe, los dos puntales
que conectan dos mundos semejantes.
Te encontré aquí en la tierra... pero en Marte,
te hallaría igualmente para amarte.

Carmen Sommariva


domingo, 17 de diciembre de 2017

Mirándonos crecer... autores invitados





DECIRLO TODO



Decir,
hasta vaciar de dudas el silencio,
hasta enajenar la incertidumbre,
hasta que duela el cuerpo
de raspar la herida.
Decir sin piedad y sin cordura.
Sin doblegar el alma ni los huesos.

Decir porque sí
sin desalientos que perturban la salida
-sin silencios-
Decir
hasta el hartazgo
buscando espacio para ser de nuevo
desaprensivos, torpes, titubeantes, necios.
-No importa cómo-
Abrir los sentidos
hasta la certidumbre del momento.

Arar sobre los tiempos que anduvimos
-DECIRLO TODO-
y empezar de nuevo.

Rosa Carone



FILIGRANAS DE HUMO



Tiembla la noche húmeda
en el vértice frío de tus labios,
la lluvia imprime filigranas de humo
en el nácar soleado de tu cuerpo,
te alejas en el aire
para ahogar en las sombras
mi mirada.

Alba Córdoba




POEMA



Un pañuelo lloroso
seca mis ojos de lino
y las rosas se despluman
junto a las palomas púrpuras,
lejos una jaula canta
con pájaros metálicos.
Mi quietud gotea recuerdos
y tengo frío.

Ana M. Simón




SIEMPRE SERÉ EXTRANJERO



Siempre seré extranjero
cuando busco
mirarme en los días de mi infancia. 
Todo resulta ácido y lúgubre.
Quiero volver al vientre de mis sueños
cuando enhebraba la luz
en las habitaciones
con una vela entre mis manos
y lejos escuchaba las voces de mis miedos.
-A la mesa-
Esta unidad de ruidos afectivos,
línea de roces en las miradas
significaban agua, pan, comida
cruzando la memoria de los días.
No buscaré ahondar en las cavidades
del silencio.
El silencio que rodea mi cuerpo
es una intriga constante.
Por qué no puedo hablar conmigo
ahora que estoy solo y tengo
edad para estar huérfano.

Armando Santillán






RÍO RUMOROSO



Escucho como una lluvia de paz,
el canto de tu vida entre las piedras,
tu transparencia azulada es urgente invitación
a correr en tu búsqueda enamorada.

Río rumoroso que te agitas hacia el mar
dejando tras de sí sueños de flores perfumadas.
Es acaso en el coro de tus aguas...
¿No te atrapa el canto de las hadas?.

Llevas en tu viaje hacia el amor
el nítido rumor de tus entrañas
y en el secreto trajinar de tu viaje
el secreto inmemorial de la montaña.

Celia Almendras.



jueves, 14 de diciembre de 2017

Rescoldos olvidados, de Angélica Garay




Max Nonnenbruch



I

Día de sombras,
crudeza de invierno en el alma
detenido el tiempo
como a la espera, 
como al acecho.

Nadie toca la aldaba de la puerta
casa adentro,
oquedad,
desvanecidas cosas
color sepia los recuerdos
de pronto tan lejanos.

Ay, los abatidos ojos,
el corazón apretado,
las manos ansiosas
rescatando álbumes,
huellas,
objetos,
aventando cenizas.
Búsqueda de una chispa,
un rescoldo
que revele la permanencia del fuego,
el sol,
el amor.

Angelica Garay





domingo, 10 de diciembre de 2017

Mientras, de Mariano Muscari



 Irina Karkabi




Mientras tu mirada ilumine mi destino,
mientras hundas mi nariz en tu cabello,
mientras te rías cada vez que me sonrío,
mientras sigas causando mi desvelo,
seguiré soñando contigo.

Mientras tus manos se conviertan en caricias,
mientras tu voz se transforme en mis latidos,
mientras tu encanto se asemeje al de una niña,
mientras tus palabras endulcen mis oídos,
seguiré soñando contigo.

Mientras tu presencia me baste para admirarte,
mientras tu silueta se dibuje en mi retina,
mientras tu paciencia me conduzca a valorarte,
mientras tu carácter me inyecte valentía,
seguiré soñando contigo.

Mientras tus besos desahoguen mis mejillas,
mientras tus lágrimas se conviertan en rocío,
mientras tu magia se encienda en fantasía,
mientras tu cuerpo respire junto al mío,
despertaré soñando contigo.

Mariano Muscari



Inmensidad, de Marta Dino








Soy de un tiempo sin pausa que regresa
de alguna latitud, de algún navío;
son, futuro y pasado, mi albedrío,
y una historia que me llega y que me besa.

Soy luz en las tinieblas, noche espesa;
desandando sendero, algún estío.
El cielo, el sol, el viento... todo es mío
porque la inmensidad es la promesa.

Soy agua, hielo y fuego sin medida,
sendero, surco abierto, tierra arada,
importancia, nostalgia... soy herida,

paciencia, temple puro en la jornada:
tengo urgencia de tiempo en esta vida:
¡para la inmensidad no falta nada!

Marta Dino


Siento, de Mary Acosta






Siento que mi pueblo en multitud,
perdió su identidad.
Siento que el túnel del amor
en el mundo se ha quebrado.
Siento que los años mueren de frío,
congelados por no tener respuestas.
Siento que esta realidad asfixiante
en este laberinto interminable,
extermina los sentidos.
Siento las sombras
que avanzan abortivas,
empañando el futuro de los hombres.
Y siento la máscara pesada del tiempo,
que comenzó a oxidarse en mí.

Mary Acosta


Soneto a la amistad, de Marta Dino




Wilhelm Amberg



¡Gracias por compartir cada momento...
por ofrecernos su calor ahora;
por demostrar que prima el sentimiento
de amistad como eterna precursora!

¡Gracias por convertir el pensamiento
final, que en nuestra mente se atesora,
en sublime emoción de acercamiento
que, en percepción, el corazón añora!

Que la amistad nos una eternamente
como se unen al mar, ola tras ola
que llegan a la orilla en ascendente

oleaje de fervor, que se acrisola;
las mismas que retornan en ferviente,
blanca espuma perlada, en una sola...

Marta Dino



Escribir, de zulema Carranza





En las curvas del pasado
sin excusas
delinear con fonemas
el camino de la guarida.
Manojo de voces,
luz lindante a la hoguera,
finitudes que no alcanzan
con el espejo delante.
Escribir desde el oasis
y desde el desierto
más allá de la savia de los dedos.
Las lenguas cómplices del olvido
marcarán el sendero
donde crepita la leña.
Escribir en el aire arabescos sagrados,
dar con la alquimia
de las alas y el aire,
llenar con vino estremecido la copa.
Escribir: anverso y reverso
de la moneda con que
pagué los sueños de la infancia.

Zulema Carranza


A Xul Solar, de Dante Bustos







He visto las rodillas
de mis antepasados
incadas a reclinatorios
de un tiempo descontento.
Soñé, sí.
Aconteció infinitud recorriendo
aromos, la calle baja,
el atardecer único del sitio.
Han habitado temperamentos de sombras y cruces,
he asistido por vez primera
a la consumada gratitud, al reconocimiento
de la sangre que nos concedió el Apellido.

Dante Bustos
(Al Apellido)


Pintor argentino
(1887-1963)
Arte primitivo rupestre,
se acerca al surrealismo.

***


sábado, 9 de diciembre de 2017

Hoja, pluma... vida






Quizá el herrero que hay en mí
me lleve a admirar, hoy,
tus manos de escultor...
Por eso te suplico:
déjame cuidar 
tus manos de escultor.
Ellas contienen el talento
capaz de arrancarle a la madera,
al hierro, a la piedra o al barro,
lo que la naturaleza silenció.
Desde ese olvido lo rescata el arte,
adivina la forma contenida.
Es el soplo que olvidó Dios.
Las cosas pueden volverse eternas
gracias a tus manos, escultor.

Corina Herrero Miranda.






EL POEMA

El poema nacía en la raíz,
avanzaba en la oscuridad
y dormía a medias;
desperezaba duendes en las cuevas,
se hundía en las edades,
comprimía la voz ronca de la tierra;
tejía tan despacio y en el viento
tal vez se deshilaba.

Lina M. Vidal





EL VERDUGO


El verdugo insiste en llevarse la vida,
porque no le enseñaron
que lo eternamente efímero es el destino
y que siempre es demasiado tarde
para mendigar el otro lado de la oscuridad.

Susana Valenti






DEL LUGAR


Busco asilo
en la memoria
de las horas...
El paisaje
se somete
al habitante.
Manos badías
dibujan
con cada letra
las palabras.

Guillermo Ibáñez




viernes, 8 de diciembre de 2017

Si Juntos, de Mercedes Careggio






Si juntos hemos visto un tiempo de palomas
y el rostro asombrado de un niño ante la vida.
Si hemos acabado la fruta compartida
y plantado el árbol para esperar la sombra
y en una nueva tierra ardiente y rumorosa,
ya está plantada nuestra primera semilla,
¿por qué quieres dejarme con mi ilusión de espiga?
Esta cosecha de a dos no puedo hacerla sola.





"Los que me aman saben
que puedo odiar y no quiero;
los que me odian no saben
que quiero amarlos
y no me dejan".


Mercedes Careggio.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Poemas de autores invitados




PUERTA CERRADA

Tengo arena en las manos y sonrío,
cenizas en la voz pero igual canto,
no me siento culpable del encanto
de acariciar paciente el odio mío.

Acorralada en ámbitos de frío
insisto que la paz no está en el llanto.
Me alimento del hambre y por lo tanto
protejo mi dolor del vano hastío.

Tengo una luz candente en la memoria
que me lleva en silencio hasta el exacto
principio de mi infancia tan esquiva.

Con arte de panal hice otra historia
donde a puerta cerrada gozo el acto
feroz, ardiente, incierto, de estar viva.

María Canevari



LA HUIDA

Quisiera emprender el vuelo de los pájaros.
Huir de ti,
saber que mañana,
tal vez,
me habré ido tan lejos
que tu mirada no me alcanzaría.
Pero es en vano.
No puedo.
Me sigue donde vaya.
Quisiera huir
pero mi corazón no es capaz de crecer alas,
porque tú estás dentro de mí.

María C. Bollero




DEL VIEJO ARCÓN

Del viejo arcón, como un recuerdo grato,
aparece una imagen desteñida
hablando, en la mudez de su retrato,
de una historia que es siempre repetida.

La abuela, deteniendo por un rato
el transcurso incesante de la vida,
provoca con sus ojos ese trato
que ahora es de nostalgia compartida.

Entre nubes de sueños ya perdidos
que se tornan remotos y escondidos
está el ayer, tan lejos y cercano,

pareciendo decir, sin decir nada,
que el tiempo es como agua aprisionada
que se va, sin quererlo, de la mano.

Jorge Antolini


martes, 28 de noviembre de 2017

A un jacarandá, de Irma Díaz





Ese jacarandá que derribado
en la calle, sus pétalos desliza,
esas flores que tiemblan con la brisa.
¡Cuánto azul en mis ojos ha dejado!

Aunque busquen su tronco, doblegado,
para hacerlo fugaz llama y ceniza,
el color de su copa, que agoniza,
vivirá, por mi sueño rescatado.

Ni una flor llevaré. Yo, ni lo toco;
pero mis días teñirán de a poco
sus ramas, como niebla florecida.

No quiero verlo arder para mi lumbre,
sólo guardo su azul para que alumbre
en las horas opacas de mi vida...

Irma Díaz

viernes, 24 de noviembre de 2017

Minutos de sabiduría, C. Torres Pastorino



Frank Benson



"Nunca pienses que tú estás dando más
de lo que recibes.
Quien consuela un corazón triste,
en realidad,
recibe mucho más de lo que da.
Cada día, 
al despertar,
haz afirmaciones positivas de alegría y de victoria
procurando construir en torno tuyo
un ambiente de serenidad y de armonía.
Aprende a sonreír a todos,
de tal forma que baste tu presencia
para que la alegría llegue al corazón
de los que lo tienen predispuesto
y verificarás la felicidad que eso te causará."

Del libro

"Minutos de Sabiduría"
compilado por C. Torres Pastorino
(1960-Brasil)



jueves, 23 de noviembre de 2017

Discurso interior



Obras de Joachim Lehrer



DEL REFUGIO

Enarbolar el resplandor
en los ojos y en la piel
como herida o bandera

y retomar las palabras
para silenciar el olvido
como defensa o refugio.

Guillermo Ibáñez



CÓSMICO RESPLANDOR

Reclamo tu presencia
iluminando el contorno
gris del Universo.
El cósmico resplandor
hiere a la muerte,
huye el silencio,
salen los tormentos.
Vuela mi espíritu 
pegado a tu cuerpo,
unidos los dos
subimos al cielo.

Alicia Göttig




LÍMITES

De pronto,
los dedos acarician
los límites.
Dan forma a la sombra.
Encuentran horizontales.

Encuentran la mañana,
abren los ojos,
contemplan un espacio.

Una pared,
calles entre humo,
dibujan otro sitio.
Y cuatro puertas
una ventana,
no son departamentos,
son un parque, son luces,
son cercos, son montañas.

Los dedos...
acarician... el Mar.

Cristina Lescano.


lunes, 20 de noviembre de 2017

Amor esquivo, de Héctor Solanas




Tanto nos da el amor como nos quita,
es un juego sin término ni apuesta
donde el que sale ganador no evita
ser perdedor también, la suma resta.

Nuestro amor es un juego que concita
ansiedad y sosiego, luto y fiesta.
Con alegre dolor se manifiesta
y con dolor alegre se marchita.

Nuestro amor es desdén, desasosiego,
dominio y sumisión, helado fuego,
destemplanza y calor, tiempo nublado.

Pero es también un gran contrasentido,
de tan dominador es dominado,
y de tan dominado, consentido.

Héctor Solanas

Libertad, de Hamlet Lima Quintana






Hay hombres que caminan por las calles
con un sol en la frente, un diamante de luz,
con hambre de otra vida,
con aire de combate.
Hay hombres que se sientan a la mesa
y reparten su pan con gusto solidario.
Hay hombres que despiertan y sonríen
mientras dicen: hoy es el día.
Dan la mano como un acto de fiesta,
saludan como cantando un himno.
Hay hombres que de noche
tienen sueños justos,
destierran ángeles corruptos 
y al despertar para salvar la tribu
van presurosos a su puestos de lucha.
Esos hombres son así, como usted,
son los hombres libres.

Hamlet Lima Quintana


domingo, 19 de noviembre de 2017

Tu secreto, de Evaristo Carriego





¡De todo te olvidas!. Anoche dejaste
aquí, sobre el piano, que ya jamás tocas,
un poco de tu alma de muchacha enferma:
un libro, vedado, de tiernas memorias.

Íntimas memorias. Yo lo abrí, al descuido,
y supe, sonriendo, tu pena más honda,
el dulce secreto que no diré a nadie:
a nadie interesa saber que me nombras...

Ven, llévate el libro, distraída llena
de luz y de ensueño. Romántica loca...
¡Dejar tus amores ahí, sobre el piano!
De todo te olvidas. ¡Cabeza de novia!.

Evaristo Carriego


jueves, 16 de noviembre de 2017

No te rindas, de Mario Benedetti





No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños.
destrabar el tiempo,
correr los escombros
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque cada día es un comienzo nuevo.
¡Porque ésta es la hora y el mejor momento!


Mario Benedetti